No hay prisión para mi espíritu

Carlos y Lisi son adictos a los viajes. Se conocieron en un grupo de autoayuda. Tuvieron dos hijos con la misma patología. Uno de ellos, el menor, desde chico se imaginó algún día recorriendo el mundo todo. Durante los veraneos e invierneos (aguante inventar palabras!), sentía que su relación con los viajes era distinta al resto de las personas.

Carlos, Lisi y el menor

Miraba al guía de montaña, al que lo recibía en la puerta del avión, a quien organizaba el viaje de la familia y pensaba: cómo me gustaría trabajar con gente que esté viajando o que quiera viajar. Entendía que la energía de los viajeros fluye en el aire. Y como no estamos hechos de cables, esa energía contagia. Cuando terminó el secundario, decidió empezar en la universidad la carrera de Licenciatura en Hotelería sumado a un Master en Economía y Gestión del Turismo. Recibirse fue el primer gran paso para empezar a dspegar los pies del suelo.

Caras de felicidad de los licenciados de la UAI

Los escenarios donde trabajó fueron de los más diversos: mostradores de aeropuertos, recepciones de hoteles, escritorios, oficinas y afters; en grandes capitales y en playas paradisíacas.

Mi primer gran amor del turismo. Delta Airlines. Aeropuerto de Ezeiza

La banda linda de American Express Viajes

Quién trabaja en turismo lleva en la sangre el querer estar en constante movimiento. Los que forman parte de este hermoso rubro, tienen una característica que los une a un nivel, en el que podríamos hablar con soltura utilizando la palabra “raza”. Aquel que eligió con el corazón esta profesión, tiene el don de poder adaptarse a cualquier escenario que se presente. Uno muchas veces piensa que cuando viaja atraviesa un lugar, pero en realidad es el lugar el que trasciende en nosotros. Por lo cual trabajar en distintas partes del mundo o en tan diversos escenarios, sólo es posible si nacen personas con el gen del trabajador del turismo. Si de repente llegaste a este espacio y estabas dudando si estudiar o dedicarte al turismo como profesión, mi consejo es que: aguante VOS! Si tu sueño es viajar, vas a poder hacerlo y al mismo tiempo trabajar. En cualquier rincón del mundo existe el turismo! Si tu idea en realidad es establecerte en un lugar fijo, siempre habrá un hotel, agencia o aerolínea que necesitará de las aptitudes que tenés por haber nacido con esta patología. Trabajar con viajeros, ser un viajero y trabajar, viajar trabajando, trabajar para viajar. Las combinaciones que quieras! También como todo rubro tiene lo malo: horarios, temporadas, quejas, no cotiza, se cayó la tarifa, paro de Aerolíneas, ceniza volcánica, y podría no parar nunca!

No cotiza en Despegar.com

El trabajo, bajo la concepción actual, es un fenómeno contemporáneo. Para vivir dentro de este juego, hay reglas (por lo menos hoy y ojalá cambien algún día). Trabajar no es sólo un medio para un fin. Es un fenómeno social en el que ocurre el encuentro entre personas que comparten una actividad, en este caso una pasión. No hay sueldo, ni conocimientos adquiridos, que sean más valiosos que las personas que conocés en el contexto laboralAsí que vos viajero, trabajador del turismo, estés donde estés, disfrutá de tus compañeros de ruta, esos con los que pasás la mayor parte del día con un objetivo en común: viajeros ayudando a otros que quieren viajar.

Asatej Viajes y su gente beiiiaaa!

Volviendo al tema del menor de la familia. El otro día contó los países. Son 194 en total y quiere recorrerlos todos. Creo que cambió de opinión con respecto a la velocidad de la vida. Entendió que la vida es larga, que hay camino por recorrer y tiempo para seguir cumpliendo sueños. El menor se dice que anda más relajado y que se adaptó un poco más a la vida citadina de Buenos Aires. Lo importante es que está muy feliz porque no para de encontrarse seres hermosos en la magia de los caminos.

TTS Viajes y el equipo de YPF. Mis actuales compañeros de rutas :)

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